- Como me imaginaba, la nerviosa fue la novia, que hasta casi soltó lagrimita ¡Que te vi, Alda, que te vi, aunque no salga en las fotos!
- La ceremonia tuvo varios puntos muy buenos. ¿Son cosas mías, o estaban sobre todo los monaguillos bastante perdidos?
- La tradicional guerra de arroz. Los "pequeños guerreros" deberían recibir lecciones de contención de golpes antes de ser admitidos en ningún ReV. ¡Joer, con qué saña tiraban!
- Ya en la cena, me sorprendió gratísimamente el brindis de Númenor. Rompiendo ligeramente la tradición lo hicimos (casi) todos, porque si no no se iba a oir un carajo.
- Los ocurrentes regalos.
Pero para que quede constancia, aquí encontraréis las fotos del enlace. ¡Que las disfrutéis!