lunes, 17 de marzo de 2008

"Yo disparé al avión de Saint-Exupéry"

He visto hoy ayer esta noticia en el periódico, en la que un antiguo piloto de caza del Jagdgruppe 200 de la Luftwafe, afirma que podría haber sido él el que derribara el P38 Lightning del escritor francés.

Se ha especulado durante mucho tiempo que podría deberse a un suicidio, y dado que estos aviones en vuelo de reconocimiento iban solos (para ser detectados con mayor dificultad, imagino), no ha habido ninguna prueba que afirmara ni desmintiera dicho rumor, aparte del hecho de que se consideró seriamente su retirada del servicio de vuelo por sus problemas.

Como siempre han cometido algunos errores en la noticia a los que ya me he acostumbrado, en este caso la escritura incorrecta de nombres extranjeros. Pero lo que me ha molestado es la columna de opinión que venía al lado de la noticia (El País), firmada por Jacinto Antón, en la que afirma (solo saco algunas frases de la columna):
  • "Ningún derribo puede ser tan poco honorable, tan triste".
  • "Cuando el depredador alemán lo encontró sobre el Mediterráneo, no tuvo más que colocarse a su espalda y apretar el disparador de sus cañones".
  • "Y ese pequeño príncipe que le salvó una vez de las dunas, pero no pudo nada contra los crueles proyectiles de Horst Rippert y la negra sombra de la guerra y de la Luftwafe".
No estoy de acuerdo, para nada. Todos los derribos son igual de poco honorables y tristes, todos. Todas las muertes. ¿O es que porque Saint Exupéry era escritor su vida vale más que la de cualquier otro piloto aliado? ¿O del Eje? ¿O de los +25 millones de militares muertos en toda la 2GM? Por no hablar de los casi 42 millones de civiles muertos.

Estaban en guerra.

Saint Exupéry era un piloto militar que llevaba un avión de caza (variante de exploración) en zona de guerra.

Horst tenía que volar su Me-109 y tratar de derribar cualquier aparato hostil.

Lamentablemente, estaban en guerra.

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