Esa famosa frase que soltaba de vez en cuando Tapón en la segunda entrega de la saga resume perfectamente lo que es la cuarta parte.
Vale, admitámoslo: Harrison Ford está ya mayorcito, pero a pesar de todo da el pego y bastante bien. Lo que tal vez desentone un poco es la no tan mala leche de Marion como en la primera entrega, pero tiene un pase.
La escena que, con diferencia, más me ha gustado, la de la pelea con florete: totalmente anacrónica, bien rodada y en sí misma un gag buenísimo.
Y ojo a los detalles y auto referencias de la misma saga. No creo que haya pillado todos ni de coña, pero son detallitos que para mí hacen un suma y sigue que dejan la película en una muy buena posición.
No es una película seria, sino una muy entretenida película de aventuras. Y es a lo único que aspira. El que espere ver otra cosa en la sala del cine va a sentirse enormemente defraudado.
lunes, 26 de mayo de 2008
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